Noticias

En 8 municipios se concentra la 'guerra' contra el petróleo



Extorsión y presión para mesa de diálogos, lo que hay detrás de los ataques. Cada día de este año, y por culpa de los atentados de las Farc y el Eln contra la infraestructura petrolera, el país ha perdido al menos 2 millones de dólares que debían ir a inversión social.

La cifra es de Ecopetrol, que asegura que en el 2014 la producción de petróleo ha caído en 20.000 barriles diarios.

Aunque van menos ataques que el año pasado, el impacto de la embestida contra los oleoductos y los camiones que transportan crudo es mayor. En el 2013, a corte del 30 de junio, iban 144 atentados, que frenaron la producción en unos 8.000 barriles. Este año se registraron 67 ataques.

El gremio petrolero dice que las pérdidas son mayores porque los tiempos de acceso para reparar la tubería han sido más extensos, aunque el Ministerio de Defensa señala que ese lapso –en el que se aseguran las áreas– pasó de 35 a 4 días.

Pero no siempre es cuestión de orden público. Eso pasó en marzo en zona rural de Toledo (Norte de Santander), cuando el Eln voló un tramo del Caño Limón-Coveñas, el oleoducto más atacado (2 de cada 5 acciones van contra él). Durante casi dos meses, indígenas uwas bloquearon el paso, que se restableció tras una intensa negociación con el Gobierno.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) dice que en el país hay 28 bloques con ‘inconvenientes’ para operar. A su vez, el viceministro de Defensa, Jorge Bedoya, afirma que el 95 por ciento de los atentados perpetrados por las guerrillas este año han sido contra infraestructura de hidrocarburos.

Ocho de cada diez ocurrieron en 8 municipios de tres departamentos, todos fronterizos: en Orito y San Miguel (Putumayo), Saravena, Fortul, Arauquita y Tame (Arauca), y Toledo y Teorama (Norte de Santander). “Buscan concentrar la atención de los soldados y policías sobre la infraestructura para que no les lleguemos con operaciones”, dice Bedoya.

El general Juan Pablo Amaya, comandante del comando conjunto n.° 3 del Suroriente, afirma que la guerrilla busca a jóvenes y a miembros de grupos de delincuencia común para que pongan los explosivos. “Les pagan 250.000 o 300.000 pesos para que adhieran el explosivo al oleoducto. La explosión, por medio de un celular, la hacen los guerrilleros”, señala Amaya.

En Putumayo y Nariño, las Farc son las principales responsables de los atentados, mientras que el Eln lo es en Norte de Santander y Arauca, donde el blanco son los oleoductos Caño Limón-Coveñas y Bicentenario.

El año pasado, este último grupo hizo uno de cada diez ataques. Este año, lleva más de la mitad. Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (Cerac), dice que desde el 2011, cuando empezaron las prenegociaciones de paz, los atentados arreciaron como estrategia de guerra. En el caso de las Farc, dice, volvieron a las “viejas tácticas de guerra de guerrillas y, al tiempo que suben los atentados contra oleoductos, se reducen los secuestros y ataques a poblaciones”. Pero no solo se trata de mostrar una supuesta fortaleza en la mesa de negociación.

Detrás del derrame de crudo está la extorsión a conductores de carrotanques y contratistas de empresas privadas –Ecopetrol transporta el crudo por tubería–. Aunque pocos se atreven a reconocerlo, en las regiones varios conductores dijeron a EL TIEMPO que son presionados para pagar ‘vacunas’.

Desde Putumayo, donde la cúpula militar hizo una inspección de la situación, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que en la región se movilizan al día 450 tractomulas, y que solo unas pocas resultan afectadas.

“Solo aquellas que no se acogen a las medidas de seguridad programadas”, como las caravanas, indicó. En el país, la Fuerza Pública ha escoltado este año casi 23 mil vehículos de transporte de crudo.

Los problemas de producción no son solo por los atentados, sino por el robo de crudo. Ecopetrol dice que este año han detectado, con ayuda de la Fuerza Pública, 278 válvulas ilícitas, la gran mayoría en Nariño.

Por esa vena rota se pierden cada día al menos mil barriles de petróleo al día, que también abren un hueco en las finanzas del país.

El crudo es utilizado por las bandas criminales y la guerrilla para fabricar gasolina en refinerías artesanales. Ese producto va a alimentar las ‘cocinas’ del narcotráfico, en las que la gasolina es usada para fabricar base de coca y el clorhidrato.

EL TIEMPO/ http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/la-guerra-en-colombia-contra-el-petroleo/14306582

 


Compartir en redes sociales


slideactive: