Suboficial de policía arremetió contra vendedora de tinto en la Plaza Simón Bolívar de Arauca
Un grupo de uniformados de la Policía Nacional, encabezado por el subintendente Márquez Linero, se lució con una humilde vendedora de tinto ayer tarde, quien fue reprimida para ejercer su labor en la plaza Simón Bolívar.
En dos ocasiones, la humilde mujer con más de 60 años y 30 de actividad comercial en este sitio, fue intimidada por el suboficial, quien le exigió un permiso para ejercer su trabajo en el lugar, y que al carecer de ello procedió a arrebatarle sus pertenencias en medio de un forcejeo con los uniformados, terminando en las instalaciones de la estación de Policía Nacional.
La mujer, conocida con el nombre de “Ceci”, terminó acudiendo a la estación de policía donde reclamó sus unidades de trabajo, donde el uniformado evitó ofrecer su verdadera identidad, y por el contrario le manifestó que si la volvía a ver en el ejercicio del trabajo en este sitio será nuevamente reprimida.
Una llamada del periodismo de Noticias Caracol, quien presenció lo ocurrido, alertó al comandante del departamento de Policía Arauca, coronel Camilo Ernesto Álvarez Ochoa de lo ocurrido, al igual que del Secretario de Gobierno Municipal Jaime Luis Triana Rodríguez, quienes delegaron la responsabilidad en el comandante de la Estación de Policía, Mayor César Augusto Pardo.
El periodismo de Noticias Caracol, consultó al Secretario de Gobierno Municipal, Luis Jaime Triana Rodríguez, quien precisó que los vendedores del parque no cuentan con ningún documento y no tienen ningún problema para ejercer su labor en este sector céntrico de la ciudad de Arauca.
El funcionario aclaró que se ha dispuesto de unos operativos especiales que se requieren por seguridad en la Plaza Simón Bolívar, aclarando que los vendedores nunca han solicitado ante la secretaria un permiso, y que tampoco la secretaria lo ha requerido.
Problemáticas mayores se observan en los alrededores de la Plaza Simón Bolívar de la ciudad de Arauca, como la invasión del espacio público, el mal parqueo, la permanencia y circulación de motocicletas por este sitio de esparcimiento que en la mayoría de veces pasa desapercibido ante las mismas unidades policiales, y por el contrario ensañarse con los vendedores de tinto que lo único que buscan es el sustento para sus familias.