Turbiedad del río Arauca hizo que disminuyera suministro de agua potable para el municipio de Arauca
La baja presión del suministro de agua potable para el municipio de Arauca durante el pasado fin de semana obedeció a la fuerte turbiedad que presentó este afluente binacional por el incremento súbito de sus aguas por las fuerte lluvias presentadas en las estribaciones de la Cordillera Oriental, cuyas aguas se tributan al Arauca, informó la Empresa Municipal de Servicios Públicos de Arauca EMSERPA.
El gerente de la entidad, José Leonardo Ataya Rodríguez, manifestó que el servicio de agua se viene prestando con baja presión debido a que se está trabajando con una sola electrobomba ya que la alta densidad de barro que está llegando por el río Arauca a la bocatoma no deja hacer el tratamiento y origina que se dañe el sistema de bombeo, lo que podría llevar al colapso de los equipos de purificación y los filtros se tapan.
Según el funcionario, esta situación se viene presentando desde las 12 del mediodía del sábado, cuando se presentó la creciente súbita del río Arauca, por el incremento de las lluvias.
Según el técnico de la empresa, en cabeza del jefe de planta Carlos Pacheco, el agua que se capta normalmente está entre 120 y 140 unidades de partículas por minuto, por lo que a la fecha se registra 9.000 unidades de partículas por minutos, con mucha presencia de barro.
Este inconveniente, y el estar trabajando con una sola electrobomba, el bombeo del líquido se descompensa, lo que hace que haya baja presión del agua potable por la red del acueducto municipal, bajando de 200 litros por segundo a 135 litros por segundo.
Informó el técnico de planta, que el suministro de agua potable se normalizará apenas pase la creciente que trae el río Arauca con una fuerte presencia de turbiedad, fenómeno natural que aumenta la turbiedad de las aguas del Río Arauca a niveles tan altos, que se hace imposible realizar el proceso de potabilización.
La creciente súbita del río Arauca, ya dejó a los primeros damnificados por el invierno, la mayoría de ellos moradores de este afluente binacional, que se encuentran en zonas de alto riesgo, que se han apropiado de los terrenos de manera irregular, así como parcelas de finqueros, que quedaron bajo las aguas en la zona rural.