Don Laureano López, un araucano que cautiva con su café con clavos y canela
Poco a poco va realizando su proyecto de vida. Aunque siente que ya está entrado en años, no deja de mantener esperanza en el logro de sus objetivos.
La necesidad de empleo llevó a don Alberto a buscar un camino laboral. De joven estuvo trabajando todo el proceso del café y entonces decidió, después de trabajar como vigilante, emprender este proyecto que ha tenido una buena aceptación.
Dice que al comienzo empezó para probar suerte a ver cómo le iba, era el año 2010, y el café tuvo aceptación; luego pensó en el empaque, en el logo, en la marca. Y así, poco a poco, se fue posicionando en el medio, aunque con ciertas dificultades, pues no ha hecho más que trabajar “con las uñas.”
Su café es especial, está mezclado con clavos y canela, lo que le ha dado un valor agregado y un reconocimiento. Su sabor es único y singular, no tiene aditivos, es de excelente aroma y de muy buena calidad.
El café lo compra en Tame, donde se encuentra la sede de un proyecto de la Asociación Emprender, que sembró cien hectáreas de café. Antes lo compraba en Sácama, Casanare. Pero probó con éste, y es un excelente café. Allá compra la pepa y, en lo que con humildad llama “mi finquita”, lo procesa de manera artesanal; lo tuesta con leña porque le da mejor sabor, características que dan cuenta de un muy buen café, que recupera la tradición artesanal de este producto insignia.
Con ánimo optimista habla con propiedad de planes de diversificación y de optimización de recursos: “la idea mía ha sido sacar también el chocolate, pero el chocolate criollo, el puro cacao. Y sacar la harina de maíz tostado que se utiliza mucho porque es muy nutritivo y no produce colesterol, es sólo maíz tostado, se utiliza para la sopa.”
Ya consiguió una “finquita” que viene pagando con un micro crédito que le concedieron los bancos. Poco a poco va realizando su proyecto de vida. Aunque siente que ya está entrado en años, no deja de mantener esperanza en el logro de sus objetivos.
Son cuatro las personas que trabajan por el momento en su empresa que ya está registrada ante la Cámara de Comercio, lo cual afirma con orgullo. Insiste en que “si logro el proyecto como lo tengo diseñado, puedo generar unos diez empleos más directos y otros diez más temporales, por ejemplo, si se logra sembrar el cacao, el café, para la mano de obra en la siembra y el mantenimiento de eso, necesito buscar empleados temporales y los permanentes son los que se encargan del mercadeo, de la procesada del café.”
Su producto se vende bien en el mercado: alcanza ventas de 350 libras mensuales; aunque si sacara mil libras, igual las vendería, dice entusiasmado. También ha tenido negocios con gente de ocho países diferentes, entre cinco a diez kilos. Reconoce que no es mucho, pero se siente orgulloso de que su producto pueda estar en otros lugares: “eso sucede una o dos veces al año, con los turistas que encargan y compran el producto; tiene aceptación y yo me siento contento con mi producto.”
De su capacitación con Emprende Cultura aprendió que era el creador de una marca, no del café. Comprendió la importancia de la contabilidad y de la realización del proyecto. Esto lo destaca con mucho entusiasmo y agradecimiento.
Don Alberto, quien llegó desplazado de Puerto Rondón en el año 2000, quiere hacer la planta de procesamiento en su finquita, con la finalidad de sacar el producto empacado directamente al mercado, en cuyo caso requeriría el registro de INVIMA. Por ahora no tiene los recursos económicos para ello, pues el costo es alto. Y no sabe, además, si le alcanzará la vida hasta allá, afirma con una sonrisa cálida e irónica, mientras sorbe el café que se ha preparado para animar esta conversación sobre su vida.
Programa de Emprendimiento, cultura e innovación social
El programa "Emprende Cultura, Cultura para la Prosperidad", liderado por el Ministerio de Cultura y Colciencias, culminó el proceso de evaluación de emprendimientos y seleccionó 300 emprendimientos culturales en 50 municipios del país.
El Programa busca aprovechar el potencial cultural productivo de las personas en condición de vulnerabilidad para crear oportunidades de formación, acompañamiento y generación de ingresos, como una apuesta de innovación social para el país. Los emprendedores culturales inscritos en el Programa, recibieron capacitación en desarrollo humano y capacitación en emprendimiento (certificado como proceso de aprendizaje) para la formulación de su proyecto de emprendimiento cultural y el fortalecimiento de su modelo de negocio.
Al cierre de los procesos de capacitación se evaluaron 856 emprendimientos y se seleccionaron 300 emprendimientos culturales que representan el 35,1% del total de propuestas analizadas. Los emprendimientos fueron evaluados a partir del análisis de los resultados de dos instrumentos cuantificables, que valoraron el modelo de negocio en función de la coherencia y claridad del emprendedor alrededor de su producto, y analizaron el grado de aporte del emprendimiento a la preservación cultural.
Específicamente en la región oriental colombiana se focalizaron 4 municipios: Acacías, Arauca, Puerto Carreño y Yopal en los que fueron seleccionados 21 emprendedores culturales, que representan el 7% de los beneficiarios del Programa. Los emprendimientos seleccionados en el oriente colombiano se sitúan en los siguientes sectores culturales: el 52,4% de los emprendimientos trabajan con el patrimonio inmaterial (artesanía indígena, tradicional y contemporánea, gastronomía, expresión oral, lenguajes y dialectos, entre otros), el 19% le apuestan al diseño y el tercer lugar fue para el 14,3% de los participantes que se dedican a las artes plásticas y visuales.
Los emprendimientos culturales seleccionados ingresaron a la fase de aceleración liderada por la Red Nacional de Agencias de Desarrollo Local en Colombia –Red Adelco-, quien ofrecerá asistencia técnica, asesorías grupales e individuales y acompañamiento para la puesta en marcha y aceleración de las 300 iniciativas seleccionadas.
Emprende Cultura cuenta con el apoyo de entidades como la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (ANSPE), el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), la Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas (UARIV) y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Adicionalmente, en sus 5 fases de ejecución, el Programa es operado y ejecutado por los aliados: Corporación Somos Más, Universidad del Norte, Universidad de Antioquia, Universidad Tecnológica de Bolívar, Red Nacional de Agencias de Desarrollo Local –Red Adelco- y la Universidad Nacional.