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Abogado asesor de la gobernación se opone a que toquen las campanas y se realice la misa en el barrio El Chircal de la capital araucana



El abogado Ildemar Peña Bonilla, quien es un asesor del gobernador de Arauca, José Facundo Castillo Cisneros, residente en el barrio El Chircal en calidad de arrendatario en casa de la exconcejal Liliana Ledesma Ortega, cazó una pelea con la comunidad de este sector, el sacerdote que atiende esta jurisdicción y terminó demandándolo, al igual que el mismo obispo de la Diócesis de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, porque se opone al toque de las campañas para el llamo a misa de los fines de semana.

Esta situación la llevó el quejoso hasta la Inspección de Policía y la misma Curia Episcopal, sitio de despacho del obispo de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, aduciendo que la música y la misma celebración eucarística del Oratorio San Pedro y San Pablo le perturban la tranquilidad.

El orientador del templo religioso, padre Carlos Alberto Hurtado, dijo que el abogado Peña Bonilla ha sido intransigente y hasta vulgar en decir que él es un abogado prestigioso y que hará cerrar la iglesia.

Con esta novedad, el pasado viernes se dio la visita al lugar de la Inspectora de Policía, María Clemencia Abril Castillo y la Procuraduría atendiendo una audiencia que se tenía programa entre las partes para tomar evidencia de lo que se contempla en la construcción del Oratorio San Pedro y San Pablo, en la cual el abogado Ildemar Pérez Bonilla no hizo presencia.

Del abogado Pérez Bonilla se conoció que casi no pernocta en Arauca, viene esporádicamente a la ciudad a cumplir con los asesoramientos de la gobernación de Arauca y posteriormente parte hacia el interior del país, por lo que se le hace extraño que tenga este tipo de conducta con la comunidad y la parte religiosa.

Ante esta situación, la comunidad del sector recogió unas firmas para decir el que abogado Ildemar Pérez Bonilla no es un vecino grato dentro del sector, pero que será la mano de Dios que le hará entender este proceder, teniendo en cuenta que varias ocasiones asistió al culto en este templo y hoy en día tiene otra posición, señalando que deben silenciar las campanas y al parecer también terminó demandando a dos patrulleros en Bogotá, porque no quisieron escucharle y deberían detener la celebración de la eucaristía en el “rancho” en que la adelantaban, que hoy está tomando otro rumbo, gracias a un préstamo y a la ayuda de la comunidad y las instituciones.

“La pelea no es contra el padre Carlos Alberto Hurtado Zocadagüí, ni contra monseñor Jaime Muñoz Pedroza, porque también lo demandó, ni con la Diócesis de Arauca, sino con Dios y que pelea con Dios sale perdiendo”, puntualizó señalando el religioso que además de atender esta comunidad, también orienta la parte espiritual del Hospital San Vicente de Arauca, el barrio Costa Hermosa, el Ancianato Municipal, y los barrios de invasión de Bello Horizonte y la Ciudadela San Vicente de Paúl.

Recordemos que la que fuera Secretaria de Gobierno y Seguridad Ciudadana en este gobierno, María Leonor López Arbeláez, también fue otra de las quejosas de este sector, residente en el barrio Aguaney Reservado, porque según ella, el toque de las campanas le perturbaban el sueño.

Pero como dice el dicho, las personas pasan y las instituciones quedan. Cuando se tiene poder hacen y deshacen y después andan por ahí sin pena ni gloria.

  


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